¿Qué es?

La espondilosis, también conocida como osteoartritis o artritis vertebral, es un proceso degenerativo y progresivo de los discos intervertebrales, que puede provocar la pérdida de estructura y función espinal normal. Es una patología que está caracterizada principalmente por el desgaste de los discos que se encuentran entre las vértebras de la columna. Dicha pérdida de volumen provoca episodios de dolor que pueden llegar a ser incapacitantes. Los discos intervertebrales son los que dan soporte a la columna al proveer amortiguación natural para mantener diferentes posturas. Este trastorno puede afectar las diferentes regiones de la columna como son cervical (cuello), torácica (parte media de la espalda), y lumbar (parte baja de la espalda). Es una enfermedad muy común, es más frecuente en hombres que en mujeres y en personas entre los 40 a 60 años.

Hay tres tipos de espondilosis, en esta ocasión vamos hablar de la lumbar, en el siguiente articulo hemos hablado de la cervical. Esta afección es un proceso degenerativo que se caracteriza por el desgaste de huesos, cartílagos y tejidos blandos. En concreto, la de tipo lumbar se da en la parte baja de la espalda y afecta a las vértebras L1-L5, que son las más grandes porque soportan la mayor parte del peso corporal. Imagínalas como el cimiento de tu espalda. Las vértebras se conectan mediante dos articulaciones, llamadas articulaciones facetarias, en su parte posterior y en el espacio entre ellas se encuentra el disco intervertebral. Este actúa como un colchón amortiguador que mantiene las vértebras unidas y evita lesiones.

Las vértebras tienen unos agujeros posteriores por los que salen las raíces nerviosas de la médula espinal. Y estas se conectan entre sí para formar nervios. En el caso de la espondilosis lumbar, el que se forma es el nervio ciático, que se extiende hacia las piernas por la parte posterior de cada muslo hasta los pies.

Síntomas

El dolor es el síntoma más evidente de la espondilosis lumbar y se siente en la parte baja de la espalda. Pero, en algunos casos, puede extenderse también hacia otras partes del cuerpo como las piernas y los pies. Esto se produce por la compresión de los nervios debido a los cambios estructurales en las vértebras. Y, si ocurre, el dolor puede ir acompañado de debilidad muscular, entumecimiento y sensación de adormecimiento en las piernas. Además del dolor intenso, la espondilosis lumbar también puede limitar los movimientos de la columna vertebral cuando la degeneración está muy avanzada. En consecuencia, pueden surgir ciertas dificultades para realizar actividades cotidianas y rutinarias o se pueden originar otra serie de problemas en la columna. Por tanto, podríamos decir que la sintomatología no tiene por qué ser la misma en todas las personas.

Causas

La espondilosis, como muchas de las otras condiciones degenerativas que afectan a huesos y articulaciones, es producto de una vida de presión anormal y desgaste excesivo de la estructura ósea, debido a potenciales abusos físicos y al envejecimiento. Los discos actúan como amortiguadores entre las vértebras de la columna vertebral. Hacia los 40 años, los discos vertebrales de la mayoría de las personas comienzan a deshidratarse y a encogerse, lo que crea mayor contacto de los huesos entre las vértebras. La distribución inadecuada de la presión sobre la columna vertebral, las malas posturas por largos periodos de tiempo, las hernias en los discos, el crecimiento excesivo de huesos y la deshidratación de los discos, podrían ser otras causas.

Tratamientos

La Espondilosis lumbar al tener un origen degenerativo no es reversible. No hay una cura definitiva, pero sí se pueden disminuir considerablemente sus síntomas. Para esto su fisioterapeuta utilizará los siguientes medios:

  • Agentes físicos: Uso de compresas calientes, corrientes terapéuticas, entre otros.
  • Masajes: Para disminución de las tensiones musculares en esta zona.
  • Estiramientos y Ejercicios Terapéuticos: Para la recuperación del movimiento y de la fuerza muscular normal.

Una excelente forma para prevenir o disminuir el dolor lumbar es aprendiendo acerca de la Ergonomía postural o el Higiene postural. Esto te va a enseñar a realizar actividades de un modo más seguro y liviano para la espalda. Las actividades de higiene postural están diseñadas con la finalidad de disminuir la carga que soporta la columna y el esfuerzo que tiene que hacer su musculatura durante las actividades cotidianas y laborales. Llevar un estilo de vida saludable, cuidar tu peso, mantener una actitud sana ante los problemas y tener una alimentación rica en alimentos antiinflamatorios te ayudará a mantener a raya a la espondilosis.

Sobrepeso: El sobrepeso provoca que el disco y las articulaciones sufran en exceso, lo que acelera la aparición de los cambios degenerativos.

Alimentación: No sólo debes de cuidar tu alimentación para mantener el peso a raya, debes revisar cuidadosamente que comes. Existen alimentos que nos ayudan a eliminar toxinas, otros pueden actuar como antiinflamatorios como los arándanos y las nueces. Es importante aportar las proteínas, minerales y vitaminas que nuestro cuerpo necesita para mantener un correcto funcionamiento de nuestra espalda.

Mentalidad: El estrés y las preocupaciones excesivos provocan tensión muscular. Y el musculo contraído es un músculo con una circulación sanguínea deficiente en el que se acumulan productos de deshecho que no se pueden eliminar correctamente perpetuándose la lesión.

Hoy en día comienzan a aparecer tratamientos cuyos objetivos son detener y revertir los efectos de la espondilosis. Las infiltraciones de factores de crecimiento y de células madre a nivel de las articulaciones facetarias y del disco intervertebral son las primeras técnicas usadas a nivel de la columna. Sin duda modificar el curso de la espondilosis y regenerar los tejidos es la mejor manera de combatir la espondilosis. Aún estamos en los inicios de la medicina regenerativa, pero sin duda el futuro del tratamiento de la espondilosis debe de ir por este camino.

Este tratamiento debe ser recetado y valorado por su especialista traumatólogo igual que los tratamientos invasivos, infiltraciones, tratamientos percutáneos o técnicas quirúrgicas que están enfocadas a resolver los síntomas, pero no detienen la evolución de la espondilosis. Gracias a estas técnicas es posible reducir los síntomas y eliminar las causas del dolor, aunque no se actúa sobre los cambios degenerativos.  La cirugía cada vez es menos agresiva consiguiendo mejores resultados con técnicas cada vez menos invasivas. Hoy en día se puede quitar una hernia discal a través de una incisión menor de 1 cm gracias a la cirugía endoscópica de columna o realizar fusiones vertebrales mediante técnicas percutáneas.

La espondilosis hay que entenderla como parte del proceso degenerativo asociado a la edad. Como os hemos contado la espondilosis no producirá síntomas en todas las personas, y aunque han aparecido técnicas regenerativas para luchar contra la degeneración estás se encuentran en sus inicios siendo los resultados iniciales prometedores. De momento como ya hemos contado, el mejor tratamiento contra la espondilosis es la prevención, mantenerse sano, en forma, con un peso adecuado, cuidar tu alimentación y tomarse la vida de una manera más relajada sin duda te ayudara a mantener tu espalda sana y evitar que el dolor aparezca.

Para el tratamiento fisioterapéutico, en nuestra clínica de fisioterapia y osteopatía situada entre Fuengirola y Mijas (Málaga) podemos ayudarle con nuestros diversos tratamientos y muy buenos resultados avalado por la experiencia de nuestros pacientes con patologías y dolencias iguales o similares, consúltenos por nuestras vías de comunicación habituales, siendo la llamada telefónica la más recomendada por su rápida atención y más eficaz.