¿Qué es la cifosis?

Es una deformación de la espalda que genera una curvatura muy acentuada de la misma, produciendo una especie de joroba. Es una patología que se encuentra relacionada muy frecuentemente con la debilidad de los huesos vertebrales, por lo que se ve más a menudo en personas mayores. Sin embargo, existen otros tipos y causas que pueden presentarse en niños, aunque son los casos más raros.

Por lo tanto, hablemos de los tipos de cifosis que existen:

Cifosis postural:

Este tipo se origina cuando la persona afectada tiene una mala higiene postural que lleva a los huesos y músculos a deformarse. Se puede ver muy a menudo en adolescentes y jóvenes adultos que pasan mucho tiempo frente al ordenador y realizan poca actividad física. Lo bueno de este tipo de cifosis es que es remediable simplemente cambiando los hábitos y forzando las buenas prácticas posturales hasta habituar al cuerpo a una postura saludable.

Cifosis congénita:

En algunos casos la cifosis se presenta como una malformación que está presente desde el nacimiento. Sin embargo, comienza a manifestarse sobre todo en la temprana adolescencia.

Cifosis juvenil o Enfermedad de Scheurmann:

Es una enfermedad que afecta a las vértebras de la región dorsal de la espalda, también denominada como cifosis dorsal. Ocurre en la infancia y provoca un encorvamiento producido por el daño estructural en los huesos.

Cifosis producida por la edad:

La cifosis está estrechamente vinculada con el paso de los años. Por ello, personas mayores pueden presentar esta patología producto del debilitamiento de sus huesos.

Síntomas

Los síntomas que produce o provoca una cifosis pueden variar considerablemente, ya que va a depender del grado de afectación y del tipo de cifosis que se padezca. Es importante señalar, que, en las fases iniciales de la formación de una cifosis, por lo general el paciente no suele presentar síntomas. Y en el caso que presente alguna molestia habitualmente no lo suele asociar a la formación de una cifosis.

Los principales síntomas que el paciente suele presentar con una cifosis son:

Formación de una “joroba o chepa”, que hace que el paciente esté inclinado hacia delante y que además estéticamente es muy visible. Por otro lado, otro síntoma también muy característico suele ser la aparición de dolor en esta zona. Es importante también señalar que los pacientes que sufren cifosis presentan rigidez al realizar ciertos movimientos. Debido a la postura encorvada, los hombros tienden a estar echados hacia delante. Esta postura mantenida durante mucho tiempo puede hacer que el paciente presente hormigueos en las manos o bien mareos o vértigos.

Pero cuando la cifosis es bastante pronunciada los síntomas pueden agravarse considerablemente, afectando la calidad de vida del paciente:

Pueden aparecer problemas respiratorios, ya que de las vértebras dorsales salen las costillas. Al disminuir la capacidad de la caja torácica, el diafragma que es el músculo respiratorio también se ve afectado. Por otro lado, también pueden aparecer problemas en otros órganos del cuerpo. Esto se debe a que la cajá torácica alberga órganos tan importantes como el corazón. Es por ello, que en ocasiones pueden aparecer problemas cardiacos.

Al hablar de los síntomas prácticamente estarías viendo cuales serían sus efectos secundarios, el paciente va a presentar limitación a la hora de realizar ciertos movimientos, la postura del paciente va a ser con los hombros caídos hacia delante, haciendo que sus escápulas también estén hacia delante. Pero además esta postura va afectar a la región cervical, ya que se va a observar una hiperlordosis. Pero por otro lado la región lumbar también va a sufrir las consecuencias de la cifosis, viendo disminuida su curvatura.

Todo esto va hacer que todo el sistema musculo-esquelético del paciente presente alteraciones y por lo tanto lesiones. Otra de las consecuencias de la cifosis, es la aparición de hernias discales, ya que todos estos cambios en la columna vertebral, van a aumentar la presión entre los discos intervertebrales. Y como no, las contracturas musculares es otro de los efectos o consecuencia de la cifosis.

Tratamientos

Para la cifosis juvenil:

Este tipo de cifosis se trata con los llamados corsé o aparatos ortopédicos, y también con la fisioterapia en pocas veces se necesita de cirugía para arreglar curvaturas más importantes (las que son mayores de 60 grados) y que sean dolorosas.

Cifosis postural:

En este caso depende de la causa y gravedad en que se encuentre la enfermedad, en primer lugar, se recomiendan los medicamentos, que van desde los analgésicos de venta libre o los que se utilizan para la osteoporosis. También está la terapia para controlar la cifosis y esta puede ir desde los ejercicios de estiramiento y flexibilidad la inmovilización que ocurre para tratar de desinflamar el sitio afectado. El médico le recomendara llevar una alimentación rica en calcio y vitamina D para el fortalecimiento de los huesos. Igualmente se debe evitar el consumo de tabaco ya que no es buena opción para la cifosis, así como limitar o en el mejor de los casos la ingesta de bebidas alcohólicas

Para el resto de tipos de cifosis puede ser necesario un tratamiento osteopático, donde se articula el cuerpo humano como un todo, es decir: los huesos, asimismo músculos, ligamentos, los tendones, y todos los diversos tejidos que intervienen en la movilidad. Se realizará un estudio biomecánico completo donde se verifica la resistencia de la columna cervical para conocer el grado de cifosis que presenta el paciente. Se comprobará las vértebras y su movilidad para averiguar qué es lo que provocó la cifosis.

En nuestra clínica de osteopatía y fisioterapia en Mijas (Málaga) corregimos estos tipos de problemas de espalda, una vez que nuestros osteópatas realicen su primera evaluación le indicara como se realiza el tratamiento y los pasos a seguir.