La fisioterapia es una excelente alternativa para un sinfín de pacientes que buscan la rehabilitación muscular, pero sin cirugías o procedimientos médicos más complicados. A su vez, de ser necesarios esos procedimientos quirúrgicos, estas terapias también son un medio que permite una rehabilitación más rápida y eficaz.

Sin embargo, hay pacientes que lamentablemente padecen condiciones de salud que son permanentes. Pero la realidad es que la fisioterapia resulta ser aún más importante para este tipo de patologías. Esto se debe a que diversos factores entrelazan a la fisioterapia con una mejor calidad de vida en pacientes con enfermedades crónicas.

 

¿Con qué frecuencia se debe acudir a la fisioterapia cuando la enfermedad es permanente?

Una patología crónica es completamente distinta a una lesión o a un malestar temporal. Sobre todo por el hecho de que esta es una condición que nunca va a desaparecer. De hecho, su sintomatología podría ir empeorando con el tiempo si se trata de una enfermedad degenerativa.

Ante este diagnóstico la fisioterapia debe de tener un enfoque diferente. Ya que su objetivo no será acabar con los síntomas, sino disminuirlos de la mejor manera posible para hacer que la movilidad, la respiración y el bienestar físico del paciente se mantengan a pesar del padecimiento. Por lo tanto, terapias semanales, quincenales o mensuales podrían ser una posibilidad para el paciente.

Igualmente, la frecuencia ideal es variada y no se podrá determinar de manera aislada. Es decir, al tratarse de condiciones complejas y permanentes, lo más lógico es que el tratamiento médico y fisioterapéutico vayan de la mano y sean retroactivos entre sí.

En consecuencia, sería una irresponsabilidad que el paciente o el fisioterapeuta no tomen en cuenta los lineamientos que planteen los médicos de cabecera. Lo cual hace que sea imprescindible que antes de planear un tratamiento fisioterapéutico, se consulte con el médico. Esto con el fin de que se establezca la frecuencia y el enfoque terapéutico que debían de tomar.

 

Beneficios de la fisioterapia en patologías musculares y motrices

Ahora bien, después de establecer un plan en conjunto con los médicos de cabecera, la fisioterapia resulta muy ventajosa para patologías musculares y motrices. Debido a que con ella se previene el desgaste muscular que conllevan enfermedades como la artritis, parálisis cerebral o la esclerosis múltiple. Si bien no eliminarán los síntomas, si los harán más llevaderos para el paciente.

Además, también le dará las herramientas para aprender a manejarse motrizmente bajo esta nueva realidad que plantea la enfermedad. Siguiendo esta idea, algunos de los beneficios que obtienen en la fisioterapia los pacientes con patologías musculares y motrices son:

  • Reducen los dolores y las molestias.
  • Ayudan a restablecer la movilidad después de una complicación temporal derivada de la enfermedad.
  • Reeducan al paciente en cuanto al uso de sus extremidades bajo las nuevas limitaciones que plantea el diagnóstico.
  • Previenen o retrasan el deterioro articular y muscular que vendrá con el avance de los síntomas.