Muchos de los que hemos asistido a un centro de fisioterapia hemos llegado a sentir dolores musculares tras una sesión, esto ha provocado que llamemos preocupados a nuestro médico para preguntarle si es normal esa sensación. La respuesta a esto es sí, es muy normal presentar una tumefacción o dolor en el área tratada.

Esto es debido a las manipulaciones que reciben las estructuras fibrosas y de tejidos durante la aplicación de maniobras y ejercicios. Es decir, es un resultado del trabajo a profundidad sobre estos elementos del sistema musculoesquelético, sin embargo esto no quiere decir que se trate de una nueva lesión o que el trauma haya empeorado. Por ello es importante aclarar todo este proceso.

 

¿Qué sucede al estimular las zonas lesionadas?

Cuando se aplican tratamientos fisioterapéuticos de mayor profundidad y con más energía el resultado suele ser tener síntomas como el aumento de la temperatura corporal o vasodilatación así como rotura de microfibras musculares. También es normal que al terminar estas sesiones sintamos diferentes tipos de dolores o moretones en la piel de la zona estimulada, agujetas e incluso, fatiga muscular.

No obstante, esto para nada significa que la visita a la clínica fisioterapéutica que elegimos haya sido una mala idea. Todo lo contrario, esta sintomatología es señal de que el tratamiento va por buen camino y que nuestro fisioterapeuta ha encontrado la solución a los problemas físicos, por lo cual se producirá una recuperación efectiva en nosotros como pacientes.

Entonces, finalmente se puede decir que es normal presentar molestias dolorosas por una semana y que esto es consecuencia de la influencia que las terapias ejercen sobre la capacidad de cambiar nuestro cuerpo. Igualmente, buscan erradicar las anomalías y molestias de los músculos, por lo cual estos efectos representan un mal menor para lograr el bienestar que necesitamos.

 

Evolución de los posibles efectos posterapéuticos

Para que una sesión no tenga efectos o síntomas más graves de los mencionados la recomendación es acudir a un centro de fisioterapia certificado y con buenas recomendación. No cualquiera puede manipular nuestro cuerpo con fines terapéuticos, una mala ejecución de las técnicas puede agravar seriamente las lesiones.

Por tanto, la siguiente presentación debería ser la evolución de los posibles efectos posterapéuticos que la mayoría de las personas debería presentar:

  • Sensaciones inmediatas después de la sesión: se presenta una mayor movilidad del área que recibió la terapia, por lo cual la recomendación es realizar solo las tareas cotidianas y evitar ejercicios agresivos.
  • Un día después: cabe la posibilidad de que haya dolor al tacto, hinchazón y disminución de la movilidad en la zona afectada. En esta etapa también la sugerencia consiste en ejecutar tareas normales y agregar ejercicios ligeros.
  • 48 horas tras la sesión: en este tiempo el dolor debería comenzar a disminuir al igual que la hinchazón mientras que la movilidad incrementa. En el caso de practicar algún deporte, se recomienda ejercer actividades de intensidad moderada.
  • Cinco días después: las molestias desaparecen, razón por la cual la actividad física debería aumentar de forma progresiva.