¿Qué es?

La espondiloartrosis o artrosis de la columna vertebral, es una patología degenerativa que causa desgaste del cartílago articular de las articulaciones vertebrales de uno o varios segmentos. En fases avanzadas, provocará deformidad (osteofitos). Se presenta con mayor frecuencia en la zona cervical y lumbar. Se caracteriza por la ruptura del cartílago que amortigua las articulaciones entre las vértebras de la columna vertebral, lo que puede causar contacto hueso con hueso y conducir a la formación de espolones óseos. La espondiloartrosis también puede conducir al desarrollo de hernias discales y estenosis espinal, lo que puede exacerbar aún más los síntomas.

Esta condición es más común en adultos mayores y puede ser causada por el desgaste de las articulaciones con el tiempo, así como otros factores como la genética, la obesidad y un estilo de vida sedentario. El tratamiento para la espondiloartrosis generalmente incluye manejo del dolor, fisioterapia y, en casos graves, cirugía.

Causas

La causa exacta de la espondiloartrosis no se puede saber completamente, pero generalmente se cree que es una combinación de factores genéticos y ambientales. Pero se conocen ciertos factores que pueden contribuir a desarrollar la espondiloartrosis:

  • Edad: A medida que las personas envejecen, el cartílago en las articulaciones de la columna vertebral puede desgastarse.
  • Genética: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar espondiloartrosis.
  • Obesidad: El sobrepeso puede ejercer una presión adicional sobre las articulaciones de la columna vertebral.
  • Trauma: El traumatismo en la columna vertebral, como un accidente automovilístico o una caída, puede dañar las.
  • Estrés repetitivo: Los movimientos repetitivos o las actividades que ejercen presión sobre la columna vertebral, como levantar objetos pesados o agacharse.
  • Inflamación: Algunas investigaciones sugieren que la inflamación en el cuerpo puede desempeñar un papel en el desarrollo de la espondiloartrosis.
  • Otras afecciones médicas: Ciertas afecciones médicas, como la artritis reumatoide, la gota o la espondilitis anquilosante, pueden aumentar el riesgo de desarrollar espondiloartrosis.

Síntomas

Los síntomas más frecuentes suelen ser:

  • Dolor de espalda: El dolor generalmente se localiza en la articulación facetaria afectada, que puede agravarse con el movimiento y aliviarse con el descanso.
  • Rigidez: Puede experimentar rigidez en la espalda, especialmente por la mañana o después de períodos de inactividad.
  • Rango de movimiento limitado: Es posible que tenga dificultades para mover la columna vertebral, especialmente en el área afectada.
  • Espasmos musculares: Puede experimentar contracciones musculares involuntarias en el área afectada, que pueden ser dolorosas.
  • Entumecimiento u hormigueo: En casos raros, la espondiloartrosis puede provocar compresión nerviosa, lo que puede causar entumecimiento u hormigueo en las piernas.

Diagnostico

El diagnóstico de espondiloartrosis generalmente implica una combinación de diferentes pruebas de diagnóstico como son:  antecedentes médicos, examen físico y pruebas de imagen:

  • Historial médico: Su médico le preguntará acerca de sus síntomas, cuándo comenzaron y si tiene antecedentes familiares de afecciones similares.
  • Examen físico: Su médico examinará su columna vertebral y le pedirá que se mueva de ciertas maneras para verificar si hay dolor, rigidez y rango de movimiento.
  • Pruebas de imagen: se pueden usar radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas para tomar imágenes de la columna vertebral e identificar cualquier daño o cambio en las articulaciones, los huesos o los discos.
  • Análisis de sangre: Se pueden ordenar análisis de sangre para detectar signos de inflamación u otras afecciones que podrían estar causando sus síntomas.

Con base en estos hallazgos, su médico puede hacer un diagnóstico de espondiloartrosis y desarrollar un plan de tratamiento para controlar sus síntomas y prevenir un mayor daño a su columna vertebral. En algunos casos, es posible que se necesiten más pruebas para descartar otras afecciones o para confirmar un diagnóstico.

Tratamientos

Para el tratamiento de la espondiloartrosis se suele recurrir a seguir los siguientes tratamientos:

  • Manejo del dolor:Los analgésicos, como el paracetamol o los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno, pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación. En el caso de que estos no sean efectivos pueden ser recetados analgésicos más fuertes.
  • Fisioterapia:Un fisioterapeuta puede enseñarle ejercicios para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones afectadas, mejorar la flexibilidad y reducir el dolor.
  • Inyecciones de corticosteroides:Las inyecciones de corticosteroides en la articulación afectada pueden proporcionar alivio del dolor y la inflamación.
  • Cambios en el estilo de vida:Mantener un peso saludable, dejar de fumar y mantenerse físicamente activo puede ayudar a reducir el estrés en las articulaciones y mejorar la salud general de las articulaciones.
  • Cirugía: En casos crónicos, donde los tratamientos conservadores no son efectivos, la cirugía puede ser una opción. Los procedimientos quirúrgicos como la fusión articular o el reemplazo articular se pueden usar para tratar los ciertos casos de espondiloartrosis.

Como se ha mencionado unos de los tratamientos puede ser la fisioterapia, pero además de lo mencionado también le realizara una terapia manual, como masajes o movilización articular, para mejorar la función articular y reducir el dolor. En general, la fisioterapia puede ser una parte importante de un plan de tratamiento integral para la espondiloartrosis y puede ayudar a mejorar su calidad de vida en general. Sin embargo, es importante trabajar estrechamente con su médico y fisioterapeuta para asegurarse de que el plan de tratamiento se adapte a sus necesidades y síntomas específicos.

El trabajo con el fisioterapeuta conseguirá los siguientes resultados:

  • Mejorar el rango de movimiento: La fisioterapia puede ayudar a mejorar la movilidad articular y la flexibilidad del área afectada. El fisioterapeuta puede enseñarle ejercicios y estiramientos que pueden ayudar a mejorar el rango de movimiento en la columna vertebral.
  • Fortalecer los músculos:El fortalecimiento de los músculos que rodean la articulación afectada puede ayudar a proporcionar un mejor soporte y reducir el estrés en la articulación. El fisioterapeuta diseñara un programa de ejercicios que se dirija a los músculos del área afectada para mejorar la fuerza y la estabilidad, incluso trabajando otros músculos que se puedan ver afectados y que no sen encuentra en la zona dañada.
  • Reducir el dolor:La fisioterapia ayuda a reducir el dolor asociado con la espondiloartrosis a través del uso de técnicas como masajes, terapia de calor o frío o estimulación eléctrica para ayudar a aliviar el dolor el fisioterapeuta tiene el objetivo de reducir el dolor.
  • Mejorar la postura:El fisioterapeuta puede ayudarlo a mejorar su postura y mecánica corporal para reducir el estrés en las articulaciones afectadas por medio de la postura adecuada, el fisioterapeuta ayuda a reducir el dolor y mejorar la movilidad de la zona afectada.

En nuestra clínica de fisioterapia y osteopatía situada entre Fuengirola y Mijas (Málaga) podemos ayudarle con su tratamiento de fisioterapia para este tipo de patologías, pueden consultarnos por cualquiera de nuestros medios de comunicación.