El ejercicio es la intervención con mayor nivel de evidencia sobre la eficacia para el tratamiento del dolor lumbar crónico, con un mayor beneficio en términos de dolor y función en comparación con cualquier otra intervención. Se ha diseñado una amplia variedad de programas de ejercicios; sin embargo, los «ejercicios de estabilización lumbar» se han vuelto cada vez más populares entre los médicos que están en contacto con enfermedades de la columna. Sin embargo, existe controversia sobre la prescripción adecuada y existen múltiples protocolos. El objetivo en nuestra clínica en Mijas-Fuengirola es analizar la información sobre estos ejercicios y sobre la patología de nuestros pacientes para diseñar el mejor programa para cada paciente.

¿Qué son los ejercicios de estabilización de columna?

Ejercicios diseñados para reclutar los músculos capaces de incrementar la estabilidad de la columna y la rigidez de la zona a través del incremento de los patrones de activación muscular. Trabajar la corrección de patologías como la Hiperlordosis Lumbar, deformación de la columna vertebral y aumento de su curvatura, en pacientes que la sufran. Se busca potenciar la estabilización y el fortalecimiento lumbar.

Se trabajará la propiocepción de dicha zona lumbar y para tener conciencia del movimiento de anteversión y retroversión, tan relacionados con los problemas de cadera o lumbares. Existen numerosos ejercicios de trabajo, dependerá del tipo de lesión lumbar, su patología diagnosticada y la fase de recuperación de la misma. El transverso del abdomen y los abdominales oblicuos juegan un papel fundamental en la estabilización lumbar. Por lo que debemos activar estos músculos estabilizadores aislándolos de la acción del recto abdominal y el oblicuo externo.

Primero tenemos que reeducar la acción del transverso del abdomen consiguiendo una contracción aislada respecto al recto abdominal. Poco a poco se irá progresando mediante ejercicios para conseguir una estabilización estática lumbar con el incremento gradual de la carga en los músculos estabilizadores a través de ejercicios que siguen un patrón de control postural. Para progresar a una estabilidad dinámica hay que ganar suficiente control voluntario de la pelvis, colocándola en distintos rangos de movimiento. Estos ejercicios pueden ser combinados con estiramientos de los músculos que se hayan observado que estén acortados: isquiotibiales, banda iliotibial o psoas iliaco, mientras se mantiene la posición neutra de la columna.

Por último, no debemos olvidarnos de los músculos posteriores del tronco; los multifidos en su papel de estabilizadores y de los otros músculos estabilizadores “secundarios” como son: cuadrado lumbar, dorsal ancho y retractores de la espalda. Es fundamental que todos estos pasos sean recetados y guiados por un especialista, en nuestra clínica nuestros osteópatas podrán hacerle un examen exhaustivo y le irán guiando paso a paso de como ir avanzando en la recuperación, siempre teniendo en cuenta que la recuperación no será milagrosa se deberá ser constante en todas sus fases para obtener unos resultados satisfactorio.